Leonor Silvestri: “Games of Crohn”
Entrevistamos a Leonor Silvestri. Filósofa, poeta, activista de género anarquista, nos habla de su libro “Games of Crohn”.
CF. Parecés hacer una fuerte apuesta al diferenciarte del ámbito intelectual / artístico tradicional. Parece una pregunta casi obligada, entonces: ¿cómo es tu relación con el mundo de la “Academia” y las editoriales?
L.S. No tengo relación ni con lo uno ni con lo otro. Formo parte de una plataforma editorial independiente, Milena Caserola,
desde hace mucho tiempo, manejada por un amigo, Matías Reck. Cada vez
que he tenido la posibilidad de correrme hacia otro lugar en términos
editoriales que no fuera ni lo amical ni lo underground me fue muy mal,
me topé con gente especuladora, inescrupulosa que mejor haría en ser
proxenetas o narcotraficantes: mercaderes culturales. En cuanto a la
universidad, me fui hace ya más de una década y no la echo para nada de
menos. Me fui a la vida, donde están los goliardos y demás exiliados. No
creo que el conocimiento sea producido especialmente ahí, en la
universidad. Si volviera a vivir, sin lugar a dudas no perdería un
minuto en eso. Fue un error, siempre lo digo. Lo que sostiene hoy,
básicamente o no lo conseguí allí o podría habérmelo encontrado en otros
lados. Lamento haber perdido una década en esa formalización, hubiera
invertido ese tiempo es ser deportista de combate profesional o
trabajadora sexual de alto nivel.
El
tema es crear una ficción o formar parte de una ficción que empodere e
incremente la potencia. Sin duda, Crohn es la metáfora del dictum de
Spinoza, nadie sabe lo que el cuerpo puede, y la posibilidad de
dedicarme a una filosofía del cuerpo. No pienso en Crohn como algo no
mío, un enemigo externo, o una fuerza a exterminar o vencer. Hace parte
de mí. Vivimos juntas, somos legión, y tenemos un agenciamiento que
funciona mejor que muchas saludes que he visto por ahí sin diagnóstico o
sentencia.
C.F. En relación a esto, ¿qué sentís que define a un escritor y qué límites no debería cruzar, desde el punto de vista ético?
(Se me viene a la mente el famoso prólogo de Arlt en “Los Lanzallamas”,
cuando dice “Crearemos nuestra literatura, no conversando continuamente
de literatura, sino escribiendo en orgullosa soledad libros que
encierran la violencia de un “cross” a la mandíbula. Sí, un libro tras
otro, y ´ue los eunucos bufen´. ¿Estarías planteando algo de esta
índole, o tu posición es otra?)
L.S.
Creo en la desautomatización de la percepción capturada y construida
por el lenguaje dominante, creo en la posibilidad del artificio y las
técnicas para traer a la presencia y sustraer el cuerpo de los
dispositivos, creo en no entregar jamás a quienes me leen una imagen
reconciliada de nosotras mismas, ellas y yo, creo que la bondad es la
risa severa de la burla que perturba, creo en la incorrección como
método para producir nuevos mundos, creo en la mordedura pedagógica
cínica. Esos son mis límites éticos. Definitivamente
Arlt me inspira en algunos sentidos, en otros, tenemos proyectos
distintos; supongo, nos queremos, yo más a él que él a mí.
C.F. ¿Qué es la enfermedad de Crohn?
L.S.
Lo que se dice que es, está en la wikipedia. Prefiero hablar de cómo
funciona, es decir, un dispositivo de subjetivación que produce un
cuerpo dado como sujeto de un predicado: “yo soy enferma”; cuando en
realidad se trata de una condición inmodificable del cuerpo con la que hay que lidiar, como tantas otras desde color de cabello, hasta posibilidades ópticas. Y para quienes vivimos con Crohn, creo en la posibilidad de su acontecimiento.
C.F. En el documental hablás sobre biodispositivos médicos y formas de control corporales.
¿En qué medida podemos preservar nuestra subjetividad cuando por algún
motivo estamos atados a estos dispositivos? ¿Es posible resignificarlos?
L.S. La subjetividad está producida, administrada y gestionada de manera global por esos dispositivos. Lo mejor que podemos hacer con esa subjetividad es no preservarla,
incluso si nos vemos obligadas a vivir conectadas a esos dispositivos,
como es el caso de una persona Crohn. Quiero decir, no obedecer
cualquier orden médica, no hacer acríticamente lo que se nos propone. No
creo que los dispositivos, al menos no los del capitalismo actual, sean
resignificables. Claramente hay policía menos rancia que la
metropolitana o la bonaerense; no obstante llevan armas y cachiporra y
la usarán cuando sus amos así lo pidan, sin miramientos. Algunas de
nosotras no podemos vivir sin ciertos dispositivos, por ejemplo vivir
sin el hospital, y sin los médicos. Es menester entonces crear otros que
también nos sostengan, en la medida de lo posible, en tanto vivamos; y
mientras tanto dar la pelea donde haya que darla.
C.F. Cuando reflexionás sobre Crohn afirmás que te sentís más fuerte que antes del diagnóstico, y que intentás desvincularte de las pasiones tristes. ¿Podés explayarte sobre esto?
L.S. Digamos que vivo mi diagnóstico
no como un muro o una obturación a las potencias (como osó preguntarme
sin sonrojarse un periodista el otro día, comparando Crohn con un
obstáculo a mi libertad o responsabilizándome entre líneas de convivir
con una autoinmune como si ser tal o cual cosa sea culpa de una), sino como el premio a mi trayectoria
y la posibilidad de explorar ciertos conceptos de los que hablaba, como
los dispositivos, desde adentro y con el cuerpo. La performance ahora
no es un acting y la hago en la clínica. Se podría decir que me armo un
cuerpo más fuerte que el que ya tenía, que era fuerte, y en términos
nietzschianos, me elevo. Sea lo que sea que me ocurra, creo poder
enfrentarlo. Y un cuerpo más apto para muchas cosas (y no menos, como
cree el capacitismo) tiene un espíritu cuya mayor parte es eterna, como
dice Spinoza.
C.F. ¿Qué intentaste transmitir en el libro? ¿Lo sentiste como una forma de catarsis o hay una toma de posición respecto a las formas de control médico-hospitalarias?
L.S.
Pienso el libro como un contra dispositivo, un remedio, una
provocación, un solaz, un consuelo, un jardín donde encontrarme con
otras mutantas. Lo pienso como una crítica dura no sólo al dispositivo médico hospitalario sino a la buena conciencia,
tanto la hippie como la amical; ambas no tienen idea de cómo cuidar a
una persona. Lo escribí internada, y luego en los meses posteriores en
mi externación donde aún no podía trabajar y lo único que hacía era ser
una pacienta externada. Claramente fue un tronco al cual abrazarme en
medio de la tormenta, para no hundirme, tal como me lo recomendó una
médica. Y poco a poco fue tomando su propia forma afirmativa vital, me
sacó de la reactividad producto del resentimiento de lo que estaba
ocurriendo hacia la afirmación alegre.
C.F. Me viene también a la mente un texto de Susan Sontag, “La enfermedad como metáfora”. ¿Sentís que Crohn deviene metáfora de algo?
(O, volviendo al inicio del documental y a la pregunta en torno a si se
trata de una enfermedad o de una condición: ¿pensás a Crohn de otra
manera?)
L.S. Pienso en Crohn como una narrativa alegre,
probablemente, como toda narrativa, la que yo me construí, también sea
un bolazo, pero es el verso que me permite vivir bien, alegre y potente
aunque me toque bailar esta rumba. Al fin de cuentas, nada es más
material que una ficción, a las pruebas me remito. El tema es crear una
ficción o formar parte de una ficción que empodere e incremente la
potencia. Sin duda, Crohn es la metáfora del dictum de Spinoza, nadie
sabe lo que el cuerpo puede, y la posibilidad de dedicarme a una
filosofía del cuerpo. No pienso en Crohn como algo no mío, un enemigo
externo, o una fuerza a exterminar o vencer. Hace parte de mí. Vivimos
juntas, somos legión, y tenemos un agenciamiento que funciona mejor que
muchas saludes que he visto por ahí sin diagnóstico o sentencia.
C.F. Estamos en un momento de resignificación
en muchos ámbitos. Hasta hace poco la sociedad asignaba la identidad
mayormente en torno a nuestro género biológico; ahora se hicieron
ciertos corrimientos y comenzamos a ser capaces de pensarnos más allá de
los binarismos. ¿Crohn cambió tu forma de pensar las identidades? ¿Hay
otras identidades invisibles aparte de las LGBT? ¿De qué manera podemos
visibilizarlas?
L.S. Si nos pensamos más allá del binario, yo no me enteré.
Creo, por el contrario, que el binario no solamente goza de rotunda
lozanía sino que ha conseguido reafirmarse, reproducirse y reciclarse en
formas más políticamente inclusivas y correctas, lo cual no me causa
ninguna gracia. La heterosexualidad como régimen político y su binario
ha conseguido sobrevivir como sustancia de muchas formas: ya no hace
falta tener prácticas heterocoitales para ser más heteronormativa que
cualquier heterosexual promedio.
Personalmente
pienso que la biología es política y forma parte de los cálculos del
control, la biología no tiene nada que ver con el mundo de lo natural,
sino con manejos de la política y de la organización y gestión global
encomendada a este sistema al cual me gusta denominar metafísica
occidental en pares opositivos. Este delirio neoplatónico no se ha
movido ni un centímetro y el mundo continúa estando dividido en sanos y
enfermos, o entre varones y mujeres. Se ha hecho visible, para quienes
pueden apreciarlo, que eso es una construcción. Puesto
que la narrativa a la cual adhiero sobre Crohn afirma que se trata de
genes neanderthales recesivos y mala adaptación al medio, Crohn me
permite sustraerme ya no de la metafísica occidental, el humanismo
clásico y las teorías del género como ideal regulatorio de la
heterosexualidad como régimen político, sino de lo humano mismo
antropocéntrico. Al fin de cuentas, algo en mí, no es del todo sapiens
sapiens, según me dice la ciencia; y esta vez prefiero creerle, como
otras personas creen en la estratificación de sus cuerpos, en la
segmentarización de los espacios sociales y el que la fuerza de su
voluntad hará que puedan ellas solas resignificar dispositivos y
capturas. Al fin de cuentas, tal como nos explica Preciado, el maléfico
doctor John Money nos otorgó una teoría del género como dispositivo de
construcción de los cuerpos que permitió deconstruir y modificar el
género y hacernos otro cuerpo, reapropiándonos de su narrativa. No
siempre el acero del filo de los conceptos vienen de la mano de personas
a las cuales invitaríamos a nuestro cumple. Ese es mi caso con Crohn y
las teorías que afirman que somos mutantes mal adaptados al occidente
contemporáneo. Mutantes y orgullosas, les dejamos el humanismo a quienes
tanto les gusta la bomba, el estado el gobierno y la familia nuclear
con todos sus rituales.
C.F. ¿Hay algo más que quieras contarnos sobre “Games of Crohn”?
L.S. Estamos organizando una preventa del libro,
para poder imprimir de buenas a primeras más de lo que podríamos sin
esa preventa. Asimismo, existe la posibilidad de simplemente donar
dinero. Agradecemos la difusión de esa preventa. El libro, como todos
nuestros libros, también estarán online y libres para quienes no deseen o
no puedan adquirirlo comercialmente, y puedan así leerlo en su casa o
armarse su edición casera sin fines de lucro. Cualquier aporte será
entonces bienvenido.
PREVENTA DEL LIBRO
Con motivo de la pronta aparición de Games of Crohn, diario de una internación de Leonor Silvestri (Ed. Milena Caserola) se está haciendo un pedido de donación/venta anticipada.
Si vivís en CABA y sus alrededores, podés hacer tu compra anticipada o donar
un monto no menor a 150$ (o más, claro está) y retirás tu libro impreso
el día de la presentación o en horario a convenir por la editorial en
Villa Crespo/Almagro. Cada ejemplar cuesta por adelantado $150 (en la
presentación costará más). Podés adquirir un libro ($150) o más (10
libros, $1500), o donar un excedente si así lo deseás ($50 una
colaboración sin libro o 250$ y un solo libro).
La gente que vive fuera de CABA y alrededores o en otros países,
también puede hacer su envío ya sea por transferencia bancaria
(Argentina) o por Western Union (exterior). Preguntar por privado cómo a
winona.free@gmail.com.
No envían el libro a otras regiones, pero lo subirán para descargar online.
Se
puede hacer transferencia bancaria (recordá guardar tu recibo de
transferencia, y enviárselo por email a la editorial, y traerlo impreso o
en el teléfono cuando retires el libro).
Depósito o transferencia bancaria a
124/0111427/9 Caja de ahorro Banco Francés
CBU 01701247 40000011142793
Reck Jorge Ricardo
124/0111427/9 Caja de ahorro Banco Francés
CBU 01701247 40000011142793
Reck Jorge Ricardo
Página del libro: https://www.facebook.com/gamesofcrohn/?ref=bookmarks
Documental: https://www.youtube.com/watch?v=oTgv-3K9mg4Fragmento del libro: http://leocatlove.blogspot.com.ar/2014/05/atrapada-sin-salida-games-of-crohn.html
Contacto de la autora/wasap: Leonor Silvestri (1562691508)
Información de la editorial: https://www.facebook.com/editorial.milena.caserola/?fref=ts
Contacto: matireck@gmail.com
Contacto: matireck@gmail.com
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